viernes, 14 de mayo de 2010

La reforma que viene

Bueno, como lo prometido es deuda, paso a comentar brevemente una noticia aparecida recientemente en la edición digital del diario Expansión cuyo titular era "El antiguo BUP inspira las líneas maestras de la reforma educativa". Vaya por delante que me resulta irónico que se pretenda tomar como guía para la enésima reforma educativa una etapa, el antiguo BUP, que pertenece a una época que se consideraba superada. Verdaderamente, la historia es pendular... Yendo a las propuestas concretas, cuarto de la ESO se organizaría en dos ramas, una orientada hacia el Bachillerato y la otra hacia los ciclos formativos de Formación Profesional de Grado Medio. Al finalizar cualquiera de las dos opciones, el alumnado obtendría el título de Graduado, lo que le permitiría continuar sus estudios. Asimismo, los que al finalizar el tercer curso de la ESO no estuvieran en condiciones de acceder a cada una de las opciones señaladas podrían optar entre repetir, con las medidas de refuerzo oportunas, cursar un programa de diversificación curricular o un Programa de Cualificación Profesional Inicial. Creo sinceramente que estas sugerencias, que pueden resultar interesantes, no atacan la raíz del problema, que tiene más que ver con el clima que se respira en las aulas. Lo que sí supondría una novedad, sin duda, sería la aplicación de otra de las propuestas, que habla de exigir una mayoría de dos tercios del Parlamento para cualquier cambio normativo relacionado con la educación. Terminarían así los bandazos, aunque también esta medida resulta discutible: ¿es positivo blindar lo que no funciona? Quizás estamos olvidando que además de los políticos hay otros agentes implicados en la calidad del sistema educativo, como las familias o los medios de comunicación, pero esa es otra historia...

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